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Alentejo Portugues

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Escrito: Israel, Maquetación y Fotografía: Carmen

ALENTEJO PORTUGUES:Évoramonte,Évora, conjunto megalítico, Cromeleque, dos Almendres, Monsaraz, Estremoz,Castelo de Vide.,Marvão,Elvas,Merida



DATOS PRÁCTICOS:
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¿POR QUÉ ESTOS DESTINOS?
Inicialmente por la fecha, Sí, era el puente de diciembre, ideal para una escapadilla, buscamos algún vuelo en algún destino europeo pero los precios eran desorbitados, además el clima en diciembre suele ser muy duro, por eso se nos ocurrió acudir a Portugal en nuestro propio coche.


LAS CIUDADES:
Évora: Évora, ciudad declarada Patrimonio Mundial, base de actuaciones de nuestro viaje
Évoramonte: pueblo de montaña amurallado y muy cercano a Évora.
Conjunto megalítico: Cromeleque dos Almendres: grupo megalítico más importante de la península ibérica.
Monsaraz: pueblo en lo alto de la montaña con mucho encanto, situado junto a la impresionante presa de Alqueva, las vistas bien merecen una visita.
Estremoz: uno de los pueblos denominados de “mármol” junto a Borba y Villa Cosa
Castelo de Vide: pueblo de montaña de bellas casas blancas y murallas, llenas de colorido.
Marvão: parecido a Castelo de Vide pero a una altitud mayor, dispone de un castillo imponente.
Elvas: ciudad fronteriza que aglutina un sinfín de fortificaciones además de una arquitectura interesante.
Mérida: de regreso bien merece una visita su teatro y anfiteatro romanos.




¿CUÁNDO IR?:
Esta zona de Portugal puede ser visitada perfectamente durante todo el año, nosotros elegimos el puente de diciembre de 2010.>
ÁLBUM FOTOGRÁFICO:
http://www.flickr.com/photos/viajaramundi/sets/72157625450355237/show/
WEBS Y BLOGS UTILES:
http://www.elrincondesele.com/descubriendo-el-alentejo/#more-288
http://www.visitportugal.com/NR/exeres/E13809CF-FEC5-41DB-93D6-A33E10D4145C,frameless.htm
http://fmanega.blogspot.com/2008/01/portugueses-de-ojos-rasgados.html
ALOJAMIENTO:
Normalmente nuestro presupuesto no nos da para grandes lujos (más bien lo contrario) pero una ventaja que tiene Portugal es que te puedes pagar un buen hotel por mucho menos dinero de lo que te costaría por ejemplo en Venecia o París, así que en este viaje nos dimos un homenaje y reservamos en la albergaría do calvario, que se ha ganado a pulso que hablemos maravillas de ellos, primero las habitaciones magnificas, segundo tiene una zona relax chill out o llámese cómo quieras, donde puedes pedirte una copa o un magnifico vino del Alentejo con un poco de queso mientras te relajas escuchando algo de música, y tercero, el desayuno es una pasada, todo a base de alimentos biológicos, deliciosos, increíbles. Por último señalar que la situación del hotel inmejorable, con parking incluido, wifi gratis y encima hablan todos español. Por todo ello los 90€ por noche que pagamos no nos pareció excesivo.


TRANSPORTE:
Para este tipo de viaje resulta imprescindible un coche, únicamente decir que es muy cómodo desde ciudades como Madrid, unos 500km
COMIDA Y PRECIOS:
La comida como siempre en Portugal es magnifica y barata. Resaltamos los vinos del Alentejo que nos parecieron calidad precio más que aceptables, así lo atestiguan las 10 botellas de vino que trajimos.
Algunos precios orientativos (diciembre de 2010):
Botella de vino del Alentejo: entre 4€ a 12€
Menú: 10 a 15€. Café: 0.80€
Gasolina: OJO bastante más cara que en España, así que llenar el deposito justo antes de entrar.
SANIDAD Y SEGURIDAD:
En cuanto a la sanidad, es necesario sacarse en España la tarjeta sanitaria europea, te la sacas en el mismo momento y te cubre igual que en España por lo que no se hace necesario un seguro medico. En cuanto a la seguridad, todo perfecto como en cualquier zona de pueblos de España.
SOCIEDAD Y GENTE:
Como ya hemos mencionado en otros blogs de Portugal, son gente maravillosa, educada, agradable, culta, en prácticamente todos los sitios que estuvimos no es que te entendieses con ellos es que hablaban español, cosa todo lo contraria en España.

DIA 1- Évora Monte, Évora, conjunto megalítico, Cromeleque dos Almendres”
Sábado 4 de diciembre de 2010, este día pasará a la historia de España, no por nuestro viaje que a nadie o casi nadie interesa sino porque el camino en coche desde Madrid a Évora lo pasamos pegados a al radio escuchando los acontecéres provocados por el parón de los controladores aéreos y el consecuente estado de alarma que declaró el gobierno. Menos mal que el destino estaba de nuestro lado, inicialmente teníamos pensado coger un vuelo para alguna capital europea pero los altos precios y el más que previsible mal tiempo nos hicieron decidirnos por este destino Cerca de las 12 de la mañana ya estábamos entrando en Portugal, el viaje fue magnifico, ningún atasco ni contratiempo, además en el país luso es una hora menos con lo que nos encontramos mucho antes de lo previsto en nuestros planes. Decidimos hacer algunas paradas previas a nuestro destino que era Évora. La primera parada fue en Évoramonte, población ésta como ya dijimos situada en lo alto de una pequeña montaña en cuya cumbre os espera un castillo milenario y unas magnificas vistas del Alentejo Portugués. La verdad el pueblo se ve en dos minutos, el castillo por mucha historia que tenga nos pareció bastante feo, pero las vistas y panorámicas para tomar alguna buena fotografía si motivan un visita.



Con esa primera visión del Alentejo portugués continuamos camino hacia Cromeleque dos Almendres, conjunto megalítico mejor conservado de toda la península ibérica, esta situado cerca de Évora, junto a un pueblito llamado Guadalupe, para acceder es necesario recorrer un camino que no esta asfaltado pero de fácil acceso. El conjunto bien merece la visita, además la ubicación del mismo provoca que el visitante pueda relajarse en la contemplación del paisaje.


Después de ver estos dos lugares nos dimos cuenta de que ya eran más de la una de la tarde, en estas tierras se come más o menos a esa hora así que había que estar atento al tema, por lo que decidimos hacer un stop en el pueblo de Guadalupe en el primer bar-restaurante que vimos donde comimos típicos platos del Alentejo como las mijas, que no acabaron de entusiasmarnos pero que saciaron nuestro apetito por un precio más que razonable.
Con el estoma lleno tomamos rumbo a Évora y a nuestro hotel para dejar las cosas y conocer este pueblo del que tanto nos han hablado, una vez en el hotel cuyas maravillas ya hemos comentado en el apartado de Alojamiento, dejamos los trastos y pusimos pies en polvorosa, Évora es la típica ciudad cargada de historia que convive con sus costumbres de toda la vida y con un cada vez mayor turismo, por eso es muy normal ver a gente mayor vestida con sus ropas de siempre y con la puerta de sus casas abierta como se ha hecho toda la vida combinado con ordas de turistas provistos de cámaras digitales dispuestos a guardar cada paso del viaje en un JPG. Évora tiene varios monumentos de bastante interés como la catedral (hay que pagar por entrar) pero a nosotros nos interesaba mucho la Capela dos Ossos que es parte de la Iglesia de San Francisco, una bóveda construida en parte con centenares de huesos y calaveras humanas, un lugar curiosísimo y que nunca antes habíamos visto, todo el mundo al hablarte de este lugar te menciona la inscripción que existe encima de la puerta de acceso a la bóveda y que dice “los huesos que aquí estamos a los vuestros esperamos”. La propia iglesia de San Francisco también merece una visita.




Un problema de Portugal (y de muchos sitios de Europa) es que cierran los monumentos muy prontos, como a las 17 horas, así que te tienes que poner las pilas si quieres ver monumentos por dentro. Así nos paso en Évora que pillamos la mitad de las cosas cerradas, menos mal que lo que realmente queríamos ver era la ciudad en si que es una joyita. Dimos un paseo recorriendo los lugares más emblemáticos, recomendables son el acueducto que se ve según llegas a la ciudad, otros puntos interesantes son el Templo de Diana, la Catedral, el Palacio Episcopal, aunque lo mejor es patearse esta ciudad de calles empedradas y descubrir lugares como la Praca do Giraldo. En algún momento paramos a tomar un café de esos tan ricos portugueses, además solo 0.80€, después seguimos paseando por esta ciudad que de repente y para nuestra sorpresa a eso de las seis de la tarde perdió la vida por completo, la verdad, no esperábamos eso en esta zona puesto que en anteriores viajes a Lisboa y Porto descubrimos lugares llenos de vida nocturna.





Évora se ve en poco más de media jornada, a pesar de sus 50.000 habitantes el centro histórico no es tan grande como se pueda pensar. A eso de las siete ya estábamos en el hotel con el firme propósito de relajarnos, bueno decimos hotel pero era más parecido a una posada. Allí nos esperaban un canto regional que consistía en unas 20 personas de edad avanzada y que cantaban a ritmo de coro canciones típicas del Alentejo. Los que alguna vez habéis leído algo del Grupo Viajaramundi sabéis que no nos cortamos al dar opiniones cuando son negativas, el caso es que no os podemos engañar, de los 20 señores no cantaba bien ni uno, además cada canción nueva era exactamente igual que la anterior, en fin puede que sea incultura o atrevimiento por nuestra parte pero no nos gustó para nada.
El resto de la velada transcurrió degustando una botella de vino tinto alentejo, muy bueno, un queso caliente de la zona y un poco de jamón también local. Finalmente un maravilloso descanso.
DIA 2. Monsaraz, Estremoz, Castelo de Vide., Marvão


El día comienza plomizo pero nos reciben con un desayuno exquisito a base de productos biológicos, café, yogures, gachas, embutidos, zumos naturales etc. etc.



Hoy nos espera una kilometrada, no es nuestra idea a la hora de viajar (la de hacer kilometradas) pero los pueblos que en esta ocasión llaman nuestra atención están a distancias considerables.
Comenzamos por un pueblo ubicado en el bajo alentejo llamado Monsaraz, un conjunto amurallado ubicado en lo alto de una cima y desde el que se visualizan una panorámica realmente impresionante, el paisaje sorprende por lo verde y por la gran presa de Alqueva. Monsaraz fue una autentica sorpresa, el pueblo que más nos gusto, casas blancas, restos de un castillo, calles empedradas, una iglesia muy interesante- igraja matriz- y unas figuras navideñas, estatuas representativas que están ubicadas por todo el pueblo como si se tratarán de viandantes o residentes de la zona, un pueblo con encanto y muy interesante, ¡ah! Por cierto hay música en las calles.






Según terminábamos de ver Monsaraz y de regreso al coche (por cierto hay varios parking gratuitos en la entrada de este pueblo) rompió a llover lo que seria una constante intermitente en el resto de día. Sumimos en el coche con la idea de llegar a Castelo de vide y comer allí, pero no contábamos con las carreteras pequeñas que conectan estos pueblos y cuya velocidad no te permite avanzar como tenias previsto. Así que llegados a la altura de Extremoz donde dado las horas paramos a comer (estamos a la mitad de camino de lo que teníamos previsto).
La verdad Extremoz nos pareció en general un pueblo frió y sin vida, habíamos oído hablar mucho de él pero creo que no supimos ver su belleza, eso si comimos muy bien, un cordero por apenas 10€ por persona con vino incluido. Extremoz es una de los tres mueblas conocidos de “mármol” junto a Borba y Villacosa, sorprende en la lejanía las canteras de mármol e incluso ya en la ciudad muchas aceras están pavimentadas con este material. Por lo demás Extremos se divide en la parte Alta y parte Baja, lo más interesante –a nuestro entender—está en la parte alta, amurallada totalmente, calles empedradas, contiene puntos de interés como la Torre das Trés Coroas o la Capela de Santa Isabel a la que se accede después de subir unas estrechas escaleras, Plaza del Rossio, la Torre del homenaje. Por lo demás un breve paseo por la ciudad baja para hacernos una idea y de nuevo al coche para tratar de llagar a nuestro objetivo.

Efectivamente poco más de una hora después conseguimos llegar a Castelo de Vide, el tiempo nos recibió con fuertes lluvias y fuertes vientos, la mayoría de los monumentos accesibles ya están cerrados pero no nos resistimos a patearnos la ciudad que al final es como se conocen las cosas. Castelo Sí es una ciudad que nos pareció de gran belleza y mucho más interesante que por ejemplo Extremos, una arquitectura muy singular, una ubicación en lo alto de la montaña, flores por las calles empedradas, jardines y panorámicas espectaculares. Como puntos de interés destacaríamos el Castelo, lugar este en el que debimos aguantar el tirón bajo un arco de edad incalculable y una lluvia frenética que no nos permitía ni avanzar. Tras un rato pudimos salir no sin antes oír una alarma que sonaba en toda la ciudad como si alguien fuera a bombardearnos, (después descubrimos que esta alarma suena a diario) continuamos dando un paseo por el Castelo, mejor dicho Castelo fantasma ya que la lluvia provocó que todo el mundo desapareciera. Interesante resultó la Fonte Da Villa un bonita plaza junto a la judería y el propio barrio judío que nos recordó a uno que vimos antaño en un pueblo de Cáceres llamado Hervas. Con el tiempo poco más pudimos hacer, compramos un par de quesos para degustarlos en España y tomamos rumbo a Marváo con la esperanza de que por lo menos allí no lloviera.


A solo unos 12 Km. esta Marváo, en lo alto de un montaña a la que se llega por una carretera serpentéate, habíamos leído que tiene un castillo tallado en la propia roca y que las vistas desde allí son inmejorables, además que su arquitectura constaba de casas blancas dispuestas en tramas urbanas escalonadas, tejados de teja roja acompañado de lindas flores. ¡Que lastima! Únicamente podemos confirmar que Marváo se halla en lo alto de una montaña que efectivamente se llega por una carretera serpenteante, al llegar allí la noche ya estaba sobre nosotros, además y eso fue lo peor una densa niebla cubría toda la ciudad, lo único que pudimos hacer fue un par de buenas fotos que recuerdan a la zona de Londres “The Temple” y poco más, lo intentamos, pero no se veía más allá de 1 metro.




Évora quedaba a más de 100km así que todavía nos queda largo camino, pusimos rumbo de regreso, durante el camino la lluvia fue nuestra compañera, en algunos momentos demasiada intensa. De regreso al hotel repetimos tranquila velada, vino del Alentejo, música de tribalistas, queso y jamón culminaron otra noche en este maravilloso país.

DIA 3: Elvas, Merida
Esta chispeando pero la temperatura ambiente es de unos 12 grados, disfrutamos de otro inolvidable desayuno y nos pusimos manos a la obra, hoy es día de regreso pero antes tenemos mucho día y varios objetivos por visitar. Lo primero un acercamiento de nuevo a la Catedral de Évora ya que el otro día estaba cerrada, tras una fugaz mirada y unas compras de última hora consistentes en un poco de vino y queso de la zona y el correspondiente imán para nuestra nevera, en marcha rumbo a Elvas Elvas, es una pequeña ciudad de unos 25000 habitantes muy próxima a la frontera española, se caracteriza por estar llenas de fortificaciones, por su acueducto enorme y por su arquitectura militar, en parte para defenderse de los españoles.

Llegamos a la ciudad y dejamos el coche en un parking gratuito justo a la entrada de la misma, Elvas tiene una orografía de empinadas cuestas, la arquitectura de sus casas es bastante interesante, recorrimos a pie todo el casco histórico ¡que por cierto estaba literalmente tomado por españoles!. Cabe destacar su Castelo donde se puede pasear por sus almenas, la Iglesia de Nossa Señora da Assuncao que fue antigua capital y la cual solo pudimos ver por fuera, el Largo de Santa Clara que se ubica en el centro de la plaza adoquinada situada enfrente de la igreja de Nostra Señora da Consolacao y por supuesto el acueducto de Amoreira que se puede contemplar desde distintos puntos dada su gran dimensión. Elvas tiene un museo muy interesente de fotografía que no pudimos ver porque era lunes y este día cierran los museos.


Después de patearnos la ciudad decidimos comer en uno de los tantos sitios que hay por el centro, y OJO aviso a navegantes, tuvimos que sacar dinero de un cajero (con la comisión que ello implica) porque básicamente en la mayoría de los sitios de todos estos pueblos que venimos hablando en el Alentejo Portugués NO ACEPTAN TARJETA, así que estáis avisados, cuando visitéis esta zona id bien provistos de efectivo. La comida eso si fue magnifica, despedimos este país como no podía ser de otra forma con un rico bacalao y con la adquisición de unas toallitas para la casa je je. La última parada la hicimos ya en Mérida, una visita fugaz de poco más de dos horas donde visitamos su magnifico Teatro y anfiteatro romanos, la verdad maravillosa, lo único que nos supo mal fue no poder visitar más esta ciudad, pero ya la hemos apuntado para una seguramente muy próxima visita. Por cierto para ver el complejo la entrada sale por entre unos 8 a 12€ depende si coges la visita entera o solo teatro y anfiteatro.







Cerca de las 11 de la noche llegamos de regreso a Madrid. BREVES CONCLUSIONES: esta es la tercera vez que visitamos Portugal, y para ser sinceros diremos que todas nuestras fuentes de información hablaban maravillas del Alentejo, lo describían como el gran desconocido frente a otras zonas como el Algarbe (el cual no tenemos el gusto). Pues en nuestra opinión el Alentejo Portugués hay que descubrirlo por muchos motivos, por su cercanía con la frontera, por la posibilidad de acudir en tu propio vehículo, por supuesto por su gastronomía. Respecto a los pueblos que hemos conocido nos quedamos con Monsaraz, es el que más nos ha gustado, el resto son pueblos muy interesantes, pero ojo, en nuestra opinión NO de una belleza deslumbrante, además a las seis de la tarde en invierno parecen pueblos fantasma, son pueblos muy interesantes pero alguno incluso nos pareció feote. A pesar de esta critica y como ya hemos recomendado el Alentejo hay que visitarlo, tienen mucho que ofrecer al visitante, y no esta absolutamente tomado por el turismo como otros lugares. Finalmente y como ya hemos dicho de Portugal en otros blogs, no dejamos de sorprendernos con este país, la gente agradable, una cultura interesante y en muchas ocasiones conectada con la de española, su gastronomía, sus vinos (toda la zona del Alentejo tiene su propias denominaciones) otra cosa que nos sorprendió es que prácticamente en todo los pueblos del Alentejo mucho población hablan español perfectamente, un gran país que lejos de ignorarlo debemos comenzar a ver como un hermano y disfrutar de él en toda su extensión. Por otro lado, es cierto y así debemos admitirlo que el noventa por cierto del turismo que vimos en todo el Alentejo era Español así que quizás no sea ni necesario recomendar esta maravillosa zona que parece contar cada día con más adeptos.

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