CONTADOR DE VISITAS

LISBOA 09, descubriendo la ciudad del Fado

Imprimir artículo
escrito;Carmen. Maquetación; Israel y Carmen.Fotografía; Carmen


DATOS PRÁCTICOS:
LA CIUDAD EN SI:

Si se pidiera a un artista que plasmara en un lienzo un fado, seguramente el resultado fuera Lisboa, esta ciudad efectivamente huele a fado, a costumbres de antaño, a bacalao y vino verde pero también a progreso, a ciudad europea y preparada para todo. Lisboa es una ciudad con encanto, pequeña y fácil de andar, con tranvías y autobuses en cada calle… con unas costumbres muy mediterráneas, edificios recubiertos de azulejos de colores. Una ciudad bañada por el Tajo, que sin darte cuenta te embauca.
CUANDO IR:
Siendo nuestros vecinos, las temperaturas son muy similares a las de España, quizás con temperaturas más templadas, pero muy parecido.
Personalmente creo que es una ciudad para visitar en primavera/verano, para poder contemplarla con luz, esas fachadas deterioradas por el tiempo con un tiempo nublado tiene que dar una percepción algo triste, aunque seguro que también tiene encanto.



WEB Y ENLACES ÚTILES
http://www.voyalisboa.com/index.php?op=transportes

ALBUM FOTOGRÁFICO
http://www.flickr.com/photos/viajaramundi/sets/72157615352352982/show/

AEROPUERTO COMPAÑIAS AREAS-TRANSPORTE:
El aeropuerto de Lisboa dista a penas 5 kilómetros del centro de la ciudad. Volamos con EasyJet, nos costó el vuelo alrededor de 70€ i/v, aunque hoy en día seguro que se puede conseguir más barato. Para trasladarse del aeropuerto al centro hay un autobús el 91 AEROBUS que es una línea directa del aeropuerto al centro y cuesta 3,50€ el trayecto, también hay 2 líneas regulares más baratas que son el 44 y el 45.
ALOJAMIENTO: Nos alojamos cerca del centro puesto que íbamos a estar sólo 1 noche, en el hotel Turim Suisso Atlantico Hotel un 2 estrellas con desayuno incluido, en pleno centro junto a la plaza de Restauradores, cutrecillo pero con una ubicación perfecta, tiene la parada del autobús y del metro al lado y el autobús del aeropuerto allí mismo.
Lo único, si decidís alojaros en este hotel es que según lleguéis que os confirmen que la reserva está bien y demás, porque nosotros llegamos muy temprano a las 7 de la mañana y en principio el chico que había allí nos dijo que sí, que estaba la reserva pero que la habitación no estaría hasta el medio día, y cuando volvimos a las 4 ya no estaba este chico sino otro y este no encontraba la reserva por ningún lado, menos mal que al final se dió cuenta de que era un problema suyo, pero hubo un momento que pensábamos que nos quedábamos sin habitación.
En cualquier caso Lisboa tiene un oferta hotelera bastante asequible para el bolsillo español ya que los precios son ligeramente más baratos y la relación calidad precio es bastante aceptable en relación con otras ciudades europeas.
TRANSPORTE:
Lisboa dispone de todo tipo de transporte, desde autobús, tranvía, metro, taxi, aunque lo mejor para moverse es, o bien a pie sobre todo por el centro o utilizando el tranvía número 28 que es el que hace la ruta turística, y luego el autobús es un muy buen método de transporte, tanto el tranvía como el autobús cuestan alrededor de 1,20€ algo más quizás, pero oscila en ese precio.

Existen bonos de un día que te permite utilizar todo el transporte de modo ilimitado por 4.20€ eso la primera vez ya que si se saca más veces es 3.50€.

Tambien existe la LISBOA CARD que combina transporte y museos etc cuesta cerca de 20€ por día pero como consejo decir que Lisboa se recorre mejor a pie y museos pocos se ven ya que no hay muchos de gran interes asi que se hace necesario una reflexión previa antes de sacar la tarjeta.
COMIDA Y PRECIOS:
Cómo todo el mundo sabe, el plato típico es el bacalao, lo hace de mogollón de formas diferentes, a la plancha, en salsa, bueno, una diversidad de tipos que yo no sabía que pudiera haber. También encontraréis otro tipo de pescados como la dorada, que la suelen tener en todas las cartas, merluza, y bueno, también carne. Luego están los famosos pastelitos de Belem, muy ricos y aconsejables de probar.
Una de las características que tiene el comer en cualquier restaurante es que siempre aunque no lo pidas te ponen una tapa y esta te la cobran, para que estéis prevenidos, suele consistir en queso, aceitunas y alguna cosilla más.
Un menú te puede costar desde 11€ hasta lo que estés dispuesto a pagar… si te metes en un restaurante con un espectáculo de Fado puede pagar 50€ por persona.
SANIDAD Y SEGURIDAD:
Lisboa es una ciudad segura seguro, hay zonas en las que a lo mejor no es muy aconsejable meterse pues cómo pasa en cualquier ciudad hay barrios que son algo conflictivos, y mejor evitarlos, pero en general, no tienes esa percepción. En cuanto a la sanidad, es necesario sacarse en España la tarjeta sanitaria europea, te la sacas en el mismo momento y te cubre prácticamente igual que en España por lo que no se hace necesario un seguro medico.
SOCIEDAD Y GENTE:
En 2 días da para poco, pero nos pareció una gente muy agradable en general, cualquier pregunta que hagas intentan ayudarte y bueno, la diferencia de idioma no es un gran problema, te llegas a entender bastante bien.
Sorprende que en general bastante gente habla español, lo que ayuda mucho, la pregunta que suscita es que pasaría al contrario ¿Cuánta gente en España sabe algo de Portugues o muestra algún interés por el idioma?

DÍA 1:
Salimos de Madrid a las 6:50 de la mañana y llegamos a Lisboa 50 minutos después, a las 7:05 hora local, puesto que en Portugal es uno hora menos que en España.

Salimos del aeropuerto y cogimos el autobús número 91 que nos dejó en la Avenida de la Liberdade-plaza de Restauradores al lado del hotel, nos acercamos ha este para confirmar la reserva y nos dispusimos a dar una vuelta por el centro, pero como todavía era muy temprano a penas las 7:30 decidimos apretarnos un desayuno para empezar con energía, así que nos metimos en un bar y pedimos un café y una tostada, el café lo trajeron rápido, pero la tostada tardó algo más, cosa que nos extrañaba, luego resultó que hacían el pan allí mismo, y bueno, hay que probarlo, nos pusieron 2 rebanadas bastante gruesas de pan con mantequilla que era imposible comerse pero a la vez era inevitable no hacerlo porque estaban riquísimas.


Con las pilas cargadas nos pusimos a andar en dirección a la Plaza de los Rossio, la cual fue construida para conmemorar la liberación de Portugal en 1640. En el centro un obelisco y en los extremos 2 fuentes, desde esta plaza se puede ver el Castello de Sant Jorge. De aquí nos dispusimos a recorrer la calle Rua Augusta que te da acceso directo a la Plaza del comercio, una calle pintoresca, con edificios recubiertos de azulejo, otros descascarillados… y si os fijáis en cada calle prácticamente una farmacia, cosa curiosa, pero es así, en fin de aquí terminamos en la Plaza del comercio, fue una pena porque la estaban remodelando y no pudimos verla bien, pero nos acercamos a la orilla del río, y las vistas eran muy agradables.


De aquí nos subimos hacia la plaza del Carmo en la zona del barrio de Chiao y barrio alto, porque teníamos localizados unos cuantos locales para escuchar Fado y queríamos ubicarlos, así que nos fuimos para allá, estuvimos viendo 2 o 3 iglesias, de las cuales no puedo decir gran cosa, porque no nos gustaron nada, nos dirigimos a las calles al lado de la plaza del Carmo, calles perpendiculares a la plaza dónde se encuentra una de las zonas de marcha de Lisboa, la verdad es que el aspecto era algo desagradable, la noche anterior había sido viernes y las calles estaban asquerosas, llenas de botellas y vasos, con un olor a orín repugnante, pero bueno, los operarios de limpieza estaban allí dale que te pego, y tengo que decir que por la noche estaba todo más que limpio, sin contar este matiz tengo que decir que la zona me resultó muy pintoresca y digna de pasear, calles estrechas, con fachadas de nos más de 4 plantas, con balcones adornados de flores que daban otro aspecto a la calle, con locales por todos los lados, vamos en general bien.





Una vez ubicados los locales que queríamos nos dirigimos a coger el tranvía número 28, en dirección al Castello de Sant Jorge. La experiencia en el tranvía fue genial, es como estar en los años 20, con ese mecanismo de palanca que parece que te has subido en uno de los aparatos del parque de atracciones, ¡dios qué giros! parecía que aquello no iba a poder subir aquellas cuestas, y ya te digo que subió….genuino, vamos, ¡hay qué probarlo!. Nos bajamos en la parada justo después de la catedral, y bueno, la vistas desde allí eran….no hay palabras, el día nos acompañaba y la luz en los tejados de teja con esas fachadas blancas, y el Tajo de fondo, era algo maravilloso de ver. Como eran cerca de la 1 decidimos ir primero a comer y luego comenzar la visita, nos metimos en el primer restaurante que vimos, uno muy chiquitito a pie de calle con unos precios bastante asequibles, al entrar sólo vimos a una señora que hacía tanto de camarera como de cocinera, nos puso el típico aperitivo (que nosotros no habíamos pedido), queso y aceitunas, riquísimo, pedimos vino verde de la casa y el típico plato, bacalo, y ni que decir tiene que estaba espectacular, además nos lo hizo en el momento, mientras que nos comíamos el aperitivo que nos había puesto, todo esto con café fueron 11€ por persona.



Después de comer nos dirigimos a ver el Castello de Sant Jorge 4€ la entrada, con carnet de estudiante 2€. Situado en lo alto de una colina, proporciona unas fabulosas vistas de Lisboa, hay un par de museos para ver dentro, con restos de ruinas fenicias, griegas y creo que cartagineses, pero nosotros no lo vimos, nos dedicamos a pasear por el castillo, a subir a sus murallas y a disfrutar las vistas que desde allí podíamos contemplar.




De ahí nos dirigimos a la catedral, “Santa Maria Maior” la iglesia más antigua de Lisboa, data del año 1147, aunque ha sido remodelada en varias ocasiones debido a varios terremotos que ha tenido que soportar, por lo que tiene una mezcla de distintos estilos arquitectónicos. Personalmente no me pareció gran cosa, más grande que el resto de las iglesias que habíamos visto, pero con la misma estructura el mismo aspecto ¿triste? que había obtenido en las demás.

Después de visitar la catedral decidimos volver hacia el hotel, eran las 4 y pico de la tarde y llevábamos desde las 6 de la mañana que habíamos salido de Madrid sin parar, además teníamos que entrar en la habitación, así que fuimos dando un paseo (la vuelta era cuesta abajo) ya que las distancias son mínimas y llegamos al hotel, allí tuvimos algún incidente con la reserva, puesto que no aparecía, finalmente nos dieron la habitación y nos fuimos a descansar.



Una vez relajados y con las pilas puestas, nos arreglamos y nos dirigimos hacía la zona de Chiao a buscar un local que teníamos localizado para cenar y escuchar Fado, se llamaba A Severa, ubicado en la Rua das Gaveas, http://www.asevera.com/ ,es uno de los restaurantes más populares de Lisboa para disfrutar de Fado mientras cenas. Así que allí nos fuimos, llegamos alrededor de las 8, según nos sentamos lo primero, el aperitivo, patés de sardina y atún y aceitunas, pedimos bacalao y dorada, las 2 muy buenas, eso sí, al medio día el plato de bacalao nos costó 8€ y aquí eran cerca de 20, pero claro, estábamos pagando el espectáculo, 3 señores, que con sus voces nos deleitaron durante toda la cena cantando Fado, fue genial y muy aconsejable de experimentar si nunca se ha escuchado este tipo de música.






De ahí al hotel a dormir, que al día siguiente nos esperaba más trote.


DÍA 2:

Según nos levantamos un buen desayuno en el hotel para coger fuerzas, después de desayunar, a la habitación a recoger todas nuestras cosas para dejarlas en consigna puesto que teníamos que salir del hotel, pero hasta las 8 no salía nuestro avión, así que eso hicimos, dejar las cosas allí y ¡a caminar!.

Decidimos ir al barrio de Belém, cogimos el autobús número 48 que salía desde la plaza del comercio y nos dejaba allí mismo, nos costo, 1,30 ida. Después de un trayecto de 15 minutos llegamos, el autobús nos paró al lado del jardín de ultramar, lo primero que hicimos fue ir a la pastelería que hay allí la cual está abierta desde 1887 (creo) a comprar los típicos pastelitos de Belém, después atravesamos el parque para encontrarnos de frente con el Monasterio de los Jerónimos una auténtica maravilla arquitectónica que nos dejó con la boca abierta según la vimos, tiene una mezcla del gótico tardío y de renacimiento y a esto se unen motivos religiosos, naturistas y náuticos creándose un edificio considerado la joya del estilo manuelino, esta magnífica construcción ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Entramos en la iglesia de Santa María ubicada en el monasterio, con inmensas columnas de piedra tallada, fue una pena porque estaban dando misa y no pudimos contemplarla cómo hubiéramos querido, pero lo que vimos nos encantó, allí están enterrados Vasco de Gamma y Luis de Camoes (famoso poeta portugués). En definitiva, una visita obligada a esta iglesia que es digna de ver.

Una vez vista la iglesia, dimos una vuelta por los distintos lugares que nos ofrecía el monasterio, el patio interior, también con columnas talladas de piedra, dónde puedes subir a la planta de arriba y tener una mejor perspectiva del patio, sus salas, incluso un pequeño y recogido patio con distintos tipos de árboles que en un día de calor invita a sentarse en un banco y descansar bajo sus sombras.

En todo el recorrido por el monasterio merece la pena fijarse en las tallas de la piedra, tanto en fachadas, columnas y demás, porque podréis encontrar desde cualquier tipo de fruta, planta, animal, vamos, cómo buscar la rana en la fachada de la universidad de Salamanca.



Cómo eran cerca de la 1 y ya se sabe que en Portugal se come pronto, decidimos antes de continuar, parar para comer, y lo hicimos en una terracitas que estaban puestas al lado del parque, una comida muy agradable, barata y con buenas vistas.

Después de llenar el estómago nos dirigimos al monumento de los descubrimientos, el cual tiene un ascensor que te sube a la última planta para poder observar la panorámica desde allí, pero decidimos no subir porque nos pareció excesivamente caro, dimos un paseo por la orilla del río y nos dirigimos a la Torre de Belém a la que sí entramos, nos costo 5€, con carnet de estudiante la mitad, merece la pena visitarlo, puedes subir a lo alto de la torre y contemplar toda la ciudad desde allí, a parte de tener un parque al lado que invita a sentarte en el césped y relajarte con el paisaje.

Decir que toda la zona de Belém a parte de estos monumentos que comentamos tiene varios museos que seguro son interesantes de visitar, el del coche, contemporáneo… pero debido al poco tiempo de que disponíamos decidimos omitirlos.




Ya eran cerca de las 5 de la tarde y teníamos que ir volviendo porque nuestro avión salía a las 8, así que retrocediendo sobre nuestros pasos nos dirigimos a la parada del autobús para volver a la Plaza del Comercio, En la Rua da Augusta tomamos el último cafe en una terraza mientras dejabamos pasar el tiempo, de allí fuimos andando hacia Avda de Libertade, no sin que antes nos ofrecierón varias veces hachis e incluso coca, si si, en Rua da Augusta es bastante habitual. en fin, antes de irnos decidimos dar un pequeño paseo por la Avenida de Liberdade, donde se concentran las tiendas de diseñadores de grandes firmas y lo que representa el inicio de esa otra Lisboa, la contemporanea, la de las grandes avenidas y edificos modernos, la Avenida comienza en el parque de Eduardo VII, pero como estaba anocheciendo y nos teníamos que ir, al final no llegamos hasta el parque, nos fuimos al hotel a coger nuestros bártulos y de ahí al autobús que nos llevaría al aeropuerto para volver a Madrid.

Comparte esta entrada

votar

2 comentarios:

GRUPO VIAJARAMUNDI dijo...

animaos y dejad vuestros saludos, reflexiones y opiniones.

Francisco Miranda dijo...

Felicitaciones por el completísimo post.

Por si os apetece volver a Portugal, podéis ver mi blog específico sobre ese país.

Enhorabuena por el conjunto de blogs temáticos.