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BELGICA 09, entre cervezas y catedrales

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escrito: Carmen. Maquetación y Fotografía: Carmen




DATOS PRÁCTICOS:
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LA CIUDAD EN SI:
Bélgica es un país de cuento, con ciudades llenas de encanto y fantasía dónde puedes trasladarte en el tiempo a la época de los caballeros y las doncellas, donde huele a historia a cada paso que se da, y dónde el tiempo pasa sin darte cuenta cuando paseas por sus maravillosas ciudades.
ALBUM FOTOGRÁFICO
http://www.flickr.com/photos/viajaramundi/sets/72157612892202768/show/
CUÁNDO IR:
Es un país muy parecido al nuestro con respecto a climatología, inviernos fríos pero no muy duros y veranos soleados y con buenas temperaturas, pero para aprovechar la belleza de sus ciudades, sus cervezas sentado en una terracita y sus bellos paisajes es más aconsejable ir en primera o verano. Nosotros fuimos en Enero, y pillamos una ola de frío que no nos permitió disfrutar todo lo que hubiéramos querido, pero con el tiempo ya se sabe!.
IDIOMA:
Bélgica se caracteriza por la división que existe entre flamencos y francófonos, aparte de estos 2 idiomas cerca de la frontera con Alemania se habla alemán, casi todo el mundo habla o entiende el inglés y sorprendentemente mucha gente habla algo de español. Con tanta variedad de idiomas resulta imposible no hacerse entender.
AEROPUERTO COMPAÑIAS AREAS-TRANSPORTE:
Nosotros volamos a Charleroi con Raynair. El vuelo i/v nos costó 140€, algo caro ya que lo cogimos a última hora, lo habíamos visto por menos de 70 i/v, así que buscando con un poco de antelación se pueden conseguir muy buenos precios.
Charleroi está situado a 46 kilómetros de Bruselas. Raynair tiene autobuses que salen desde el aeropuerto hasta la estación de Gare du Midi en Bruselas. El ticket se compra en el mismo aeropuerto, y lo mejor es comprar ida y vuelta, ya que sale más barato que comprándolo por separado, te ahorras como 4 €, el i/v son 20€.
Existe otra opción, desde el aeropuerto de Charleroi existen autobuses que te llevan al pueblo(recorrido unos 10 minutos) donde se puede coger el tren a diferentes destinos del país.
ALOJAMIENTO:
Decidimos alojarnos en Bruselas y desde ahí desplazarnos al resto de localidades puesto que Bélgica es un país muy pequeño que te permite ver sus ciudades haciendo excursiones de un día.
Nosotros nos alojamos en el centro, al lado de la Grand Place, y a pocos metros de la estación central en el hotel Arlequín, un tres estrellas que nos salió muy bien de precio, además el desayuno “tipo buffet” es en el ático así que disfrutas de unas vistas inéditas, también es verdad que era temporada baja y pillamos una oferta, pero si a alguien le sirve de referencia, ahí lo tiene.
TRANSPORTE:
Dentro de las ciudades, encontraréis tanto red de metro, como autobuses y tranvías, pero lo mejor para moverse por cualquier ciudad es a pié, son ciudades muy pequeñas que se recorren muy fácilmente y así se puede apreciar la belleza de sus calles y sus gentes.
De una ciudad a otra lo mejor es el tren. Salen prácticamente cada hora desde Bruselas a cualquier punto, y no es nada caro, a parte de ser muy puntuales. Si viajas en fin de semana el precio es más barato. También existen bonos de 10 viajes que reducen el precio.
COMIDA Y PRECIOS:
Bueno, ni que decir tiene que el plato típico por excelencia en Bélgica son los Mussels (Mejillones) con patatas fritas, sí, curioso pero es así. Nosotros los comimos prácticamente en todas las ciudades que visitamos, y decir, que los más baratos que pagamos fue en el centro de Bruselas, que tienes calles repletas de restaurantes con un menú de primero, segundo y postre desde 10€, sin bebida, aunque algunos la incluían, pero vamos el precio no se incrementa prácticamente nada, además, con las pedazo “perolas” que te ponen de mejillones estás más que servido, y están buenísimos.
También es muy típico el Waterzooi de pollo o pescado: es un guiso caldoso de verdura y pollo o pescado. Merece la pena probarlo. También son típicas las croquetas, aunque puedes pedirlas y que te ponga 1, eso sí, bien acompañada de lechuga para que ocupe el plato.
En cada zona hay algún plato típico, al igual que la cerveza, que dependiendo de donde te encuentres es una u otra, aunque nosotros de todas las que probamos nos quedamos con la Konic, que fue la que más nos gusto.
En general no es un país caro para comer, aunque veas un plato de 18€ merece la pena porque te ponen muchísima cantidad y tienes para reventar. La cerveza si que es algo más cara, en cualquier sitio por prácticamente menos de 3€ no hay nada… pero hay que beber cerveza si se va a Bélgica….
SANIDAD Y SEGURIDAD:
Bélgica en general es un país muy seguro, con utilizar el sentido común es suficiente.
En cuanto a la sanidad, es necesario sacarse en España la tarjeta sanitaria europea, te la sacas en el mismo momento y te cubre prácticamente igual que en España por lo que no se hace necesario un seguro medico.
SOCIEDAD Y GENTE:
En los 5 días que hemos recorrido este país nos ha asombrado lo integrados y bien organizados que están para el turismo. En cualquier oficina de turismo que hemos entrado había alguien que hablaba español. La gente por la calle a la que preguntamos fue toda amabilísima, si no sabían hablar en español ya hacían por hablar en ingles y ayudarte de la manera que fuera, ni en grandes ciudades como París vimos esto. Y ni decir, la de descendientes de españoles que te encontrarás por allí.
DÍA 1:BRUSELAS
Llegamos al aeropuerto de Charleroi alrededor de las 9:30 de la mañana. Debido al temporal que azotó a toda Europa, el aeropuerto estaba totalmente nevado y hacía una temperatura aproximada de 17º bajo cero. Según cogimos las maletas nos dirigimos al stand que está al final del aeropuerto a mano derecha para comprar nuestros billetes dirección Gare Du Midi, 20€ i/v. El autobús salía a las 10:30 aproximadamente, así que sobre las 11:30 más o menos habíamos llegado a Bruselas. En la propia estación de Gare Du Midi cogimos en metro dirección a la Plaza de Bourse a solo 3 paradas de distancia, el billete nos costó 1,70€.


Una vez en la Plaza de Bourse nos dirigimos en busca de nuestro hotel que estaba prácticamente al lado. Llegamos, dejamos las maletas, nos aseamos un poco y lo más abrigados posibles nos dirigimos a inspeccionar Bruselas. Como eran cerca de la 1 decidimos comer para tener toda la tarde libre y así hicimos, en el primer restaurante que vimos al lado del hotel allí que fuimos. Era menú por 12€ e incluía, primero, segundo, postre, café, y bebida. Como primer plato pedimos sopa y “la croqueta” y digo la croqueta porque sólo era 1, eso sí, cuadrada y con mucha lechuga, y estaba muy buena, y de segundo probamos los famosos Mussels con patatas fritas, nos trajeron una olla llena de mejillones al vapor por persona… y aquello estaba pá chuparse los dedos, luego el postre y el café y pá la calle.


Según salimos nos dirigimos a la Grand Place, en pleno centro de Bruselas, con el ayuntamiento, el museo de la cerveza, etc...con edificios que albergan desde el gótico, el barroco o el estilo renacentista. Esta plaza fue destrozada en 1695 y sólo conserva original el Ayuntamiento que data del 1455, el resto se volvió a reconstruir como una réplica exacta de lo que fue en su momento. Digna de ver, como cualquier Grand Place de otras ciudades de Bélgica… en estas plazas entras y consiguen trasladarte en el tiempo.

Después de estar un rato contemplando la belleza de la plaza nos dirigimos a ver la famosa estatua del El Manneken Pis, paseamos un rato perdiéndonos por las calles colindantes a la Grand Place y de ahí fuimos subiendo hacía la estación central, para llegar a la catedral de St. Michel encaramada en una pequeña colina. Esta catedral data de la mitad del S.XIII, la entrada es gratuita y es una maravilla arquitectónica de obligada visita.




De ahí nos dirigimos hacia la Opera y de ahí a la iglesia de Saint Jean-Baptiste, para continuar dirección a la iglesia de Saint Catherine, retornando sobre nuestros pasos de vuelta al hotel pasando por delante del edificio de la Bolsa.

Ya eran alrededor de las 9, el frío, la oscuridad y el agotamiento acumulado del viaje nos tenía destrozados, pero, pese al cansancio, el ambiente del centro de la ciudad nos invitaba a entrar a unos de sus típicos locales a disfrutar de una cerveza y algo de picar, y eso hicimos, qué por cierto, pedimos lo que creíamos que era un sándwich y nos pusieron un bocata de la leche.

DÍA 2: AMBERES
Después de meternos un buen desayuno, nos dirigimos a la Gare Centrale (Estación Central) para coger un tren dirección Ámberes, el tren nos costó 12€ i/v y tardamos alrededor de una hora en llegar.


Según llevamos lo primero que ver, su estación, de estilo neoclásico construida en 1905 combinada con arquitectura actual sin apenas crear impacto a la vista. Desde allí nos dirigimos al centro de la ciudad, atravesando el barrio de los diamantes, (apenas media hora andado) y llegamos a la GroenPlaats, plaza donde se encuentra ubicada una estatua en conmemoración a Rubens, y de ahí nos dirigimos a la Grote Mark o Plaza Mayor, donde cómo siempre, según entras, alucinas. Allí nos encontramos con el ayuntamiento y la estatua de Bravo, que según cuenta la leyenda fue el héroe que venció al tirano Antigón (el cual cobraba dinero a los habitantes por cruzar el río) cortándole la mano y arrojándola al río. De esta leyenda viene el nombre de Ámberes. Mirando hacía el ayuntamiento a mano izquierda se encuentra situada la catedral, (4€, 2€ con el carnet de estudiante) para mí, la más bonita de las que vi, con “El descenso de la cruz” y “El levantamiento de la Cruz” obras de Rubens dignas de ver.

Después de haber visitado la Catedral nos dirigimos al Museo Marítimo el cual estaba cerrado, el museo se encuentra custodiado por la estatua de el tirano Antigón, y a su espalda el río Escalda, de una dimensión espectacular. En la orilla del río también encontramos una noria bastante grande, que no supimos deducir que hacía allí, si estaba de siempre o era momentánea, aunque parecía que era fija, como la de Londres.
Al cabo de un rato y después de un agradable aunque frío paseo por el río decidimos ir a comerlos típicos Mussels.


Después de comer, ya teníamos poco que ver del casco histórico de Ámberes, así que decidimos ir volviendo hacia la estación dando un paseo y disfrutando de sus calles y sus gentes.
De camino a la estación teníamos intención de ver la casa donde vivió Rubens, pero cuando llegamos alrededor de las 4 y media, acababan de cerrar, así que no pudimos verla, pero como teníamos mucho frío, y lo de Rubens no pudo ser, para entrar un poquito en calor entramos en una especie de centro comercial que nos llamó mucho la atención, estaba curioso. De ahí directos a la estación a coger nuestro tren de vuelta.
Cuando llegamos a Bruselas y nos dirigíamos al hotel pudimos contemplar la Catedral toda iluminada y nos pareció una auténtica maravilla. De ahí nos fuimos a tomar una cervecita, una tapita de queso y al hotel a dormir



DÍA 3:MALINAS Y LOVAINA
Malinas: Después de nuestro estupendo y maravilloso desayuno, nos dirigimos de nuevo a la estación para coger el tren a Malinas, 3,80€ ida. Malinas, es muy pequeña, y se ve en nada. Nos dirigimos a la Grote Markt, pasando por su pequeños canales que te traen a la memoria los canales de Brujas, cuando llegamos pudimos ver la catedral de San Romualdo, una de las más antiguas del país, con una torre de 97 metros, en teoría se puede subir a la torre, pero estaban en obras así que… no pudo ser.., y el resto de las iglesias que podíamos ver estaban la mayoría cerradas, era temprano y la mayoría abrían a la 1 de la tarde más o menos, pero en esta búsqueda de templos, nos encontramos con un señor que al oírnos hablar reconoció a compatriotas españoles y entusiasmado nos contó parte de la historia de Malinas y nos invito a su casa a tomar sopa, y café, para que entráramos en calor, fue una experiencia curiosa y de esas que no se olvidan y que son fruto de viajar a tu aire.



Dado que no íbamos a ver mucho, puesto que no podíamos estar esperando a que abrieran las iglesias porque queríamos ir a Lovaina, nos dirigimos al Palacio de Margarita de Austria con un jardín a la entrada muy agradable.
Después tomamos camino de nuevo a la estación para coger el tren dirección Lovaina que nos costó 3,80€.


Lovaina: también es muy pequeñita, pero fue una ciudad muy agradable de ver. Cómo siempre según bajamos en la estación directos a la Grote Markt, el centro de Lovaina está cerrado al tráfico, por lo que la vista se hace más fácil. El centro de la ciudad está dividido en 3 plazas, la Grote Markt, Mathieu de Layensplein (dónde está la entrada a la Iglesia de San Pedro) y Oude Markt. Según llegamos y una vez comidos entramos en la oficina de turismo, allí nos propusieron una ruta para hacer mucho más interesante que lo que ofrecía nuestra triste guía “guía Azul”, la principal diferencia fue que incluía la zona universitaria, con sus diferentes facultades y escuelas, pasando por la biblioteca central, introduciéndonos dentro de sus campus universitarios, resultó un agradable paseo que duró como 1 hora ó 2 y lo mismo me estoy excediendo, pero fue muy enriquecedora.



Antes de abandonar la cuna universitaria belga, compramos unos chocolates para llevar, buscamos en supermercados cuyos precios se reducen con respecto a los abusos de las típicas tiendas de turistas.


A última hora de la tarde nos dirigimos a la estación para regresar a Bruselas, el tren nos costo 4,50€, eso sí, antes nos tomamos un buen chocolate para entrar en calor en un bar cercano a la estación cuyo propietario fue bastante desagradable y grosero llegándonos a insinuar que si nos íbamos sin pagar, ¡en fin…..tontos hay en todos los lados!.

DÍA 4: Gante
Nos levantamos con intención de irnos directos a Gante, el tren nos costó 8€ i/v, más barato por ser fin de semana.
Ni que decir tiene que de todo este recorrido que llevábamos por las ciudades Belgas reservábamos Gante para el último día, la razón era que habíamos leído que era lo más parecido a Brujas, y pensamos que si lo veíamos el primer día a lo mejor el resto no nos iba a gustar, y bueno, en nuestro caso hicimos muy bien, fue un gusto ver una ciudad tan bonita y la que más se parecía en belleza y encanto a Brujas, aunque hay que decir que nosotros nos quedamos con Brujas sin duda alguna como la ciudad más bonita que hemos visto en Bélgica.



La capital de la región de Flandes Oriental se encuentra en la confluencia de los ríos Escalda y Lys.
Dado los precedentes, nos dirigimos directos a la oficina de turismo que está ubicada en los bajos del campanario, en Burgemeester Brunplein, al lado de la Iglesia de San Nicolás, allí nos proporcionaron un plano de la ciudad y un recorrido para hacer viendo lo más interesante de Gante. Así que con nuestro plano en manos nos dispusimos a hacer la ruta que nos proporcionaba.



Lo primero a poder observar el Campanario (Belfort) con 90 metros de altura y compuesto por 52 campanas. Se puede subir a lo alto del campanario, aunque nosotros no lo hicimos. En la parte de atrás del campanario se encuentra la Catedral de San Bavon, la entrada al templo y a la cripta es gratuita. Dentro de la catedral se encuentra el Tríptico de los Van Eyck “La Adoración del Cordero Místico” y para poder verlo hay que pagar, nosotros decidimos no verlo. Nos gustó bastante sobre todo la cripta.
De ahí nos dirigimos hacia el ayuntamiento, considerado una de las perlas arquitectónicas del país, con una superposición de gótico y renacimiento. Seguimos la ruta propuesta paseando por las diferentes calles de Gantes, plazas llenas de restaurantes con sus terrazas

Teníamos frío y se acercaba la hora de comer, así que nos decidimos por un restaurante que nos había recomendado la chica de la oficina de turismo, repitiendo los famosos Mussels y probando otro de los platos típicos el Waterzooi de pesado, que nos gustó bastante, fue de las comidas más caras que pagamos 20€ por persona, pero como comentamos al principio los platos son para 2, por lo que no era nada caro.


Justo al lado del restaurante teníamos el Barrio de Patershol, con fachadas del siglo XVI, esté barrio se encontraba hace siglos habitado en su mayoría por gremios de comerciales y de los Carmelitas, la zona tuvo una época de decadencia pero en los años 80 (S. XX) se remodeló y la zona hoy en día conserva prácticamente al 100% su estructura original.

Después de comer nos dirigimos al Castillo de los Condes de Flandes (S. XI), ubicado en Sint Veerleplein, estuvimos a punto de no poder entrar (en invierno cierran a las 17:00 y 45 minutos antes ya no permiten más visitas) y hubiera sido una auténtica pena, porque nos gusto mucho el pequeño recorrido que hicimos. Nos costó 8€ entrar, un poco caro a nuestro parecer, pero estuvo bien pagarlo, una vez que estás allí, no te lo puedes perder, yo creo que es algo que merece la pena ver. Aunque en la guía ponía que las salas y los interiores del castillo no eran gran cosa, algo que nos pareció bastante cierto puesto que son salas rehabilitadas con vitrinas exponiendo armas de la época, la construcción en si merece la pena disfrutarla, sobre todo las vistas que se pueden observar de la ciudad desde una de las torres del castillo.
De ahí nos dirigimos al famoso puente de Sint-Michiels desde el cual se observan las 3 torres que dominan la ciudad. Y estábamos llegando al final de nuestro recorrido. Había oscurecido, y habíamos recorrido todo el casco histórico de la ciudad.

Llegaron las 6 de la tarde, el ambiente en el centro era excepcional, era Sábado, después de comprar en la “fabrica de la mostaza” un bote de la famosa susodicha, (muy recomendable), nos merendamos con un chocolate y un gofre que nos pusieron el cuerpo a tono para tomar el camino de vuelta, ¡cuál fue nuestra sorpresa al salir del local sobre las 6:30 de la tarde! la gente en su mayoría había desaparecido, sí, sí, el ambientazo desapareció, al fin y al cabo hace un frio que pela, es enero, es Bélgica y es un pueblo, así que tomamos rumbo a la estación y regreso a Bruselas donde allí si pudimos tomar nuestra última cerveza nocturna aderezada con unos embutidos.

DIA5: Bruselas
Llegaba nuestro último día, nuestro avión salía sobre las 6 y media, así que disponíamos de prácticamente medio día para poder terminar de ver lo que nos había quedado pendiente de Bruselas.
Salimos del hotel y nos dirigimos al Parque de Bruselas, ubicado al lado del Palais Royal, es un parque no muy grande pero agradable para pasear. De ahí nos dirigimos a ver el Palacio Real, el cual no era posible visitar, así que lo bordeamos viéndolo por fuera y llegamos a la Iglesia de Santiago dónde se ofician todos los acontecimientos eclesiásticos reales. Una iglesia muy sobria con fotos de los distintos acontecimientos que allí han acontecido. Justo delante de la fachada de la iglesia se encontraba la Place Royal, desde este punto mirando hacia el frente se puede observar una bonita vista de Bruselas.
Desde la Place Royal cogimos la Rue de la Regence dirección sur donde se encuentran varios de los museos más importantes de la ciudad como el museo de arte moderno. Desde la misma vía se visualiza la magnífica iglesia N.D.Du Sablon, una iglesia no muy grande pero entrañablemente bella, si tienes la posibilidad de entrar en un día algo soleado, disfrutarás en su interior de un magnifico juego de colores procedentes de sus vidrieras.
Al salir de la iglesia dejamos atrás el Palacio de Justicia para perdernos por las callejuelas de la ciudad de retorno a la Grand Place donde disfrutamos de nuestra última comida.



Después de comer nos pasamos por el hotel para recoger nuestras maletas, una vez allí el recepcionista nos aviso de que había una manifestación por todo el Bulevar AnsPachalaan hasta la estación de Gare Du Midi a favor de Palestina. Esto nos supuso no poder coger el metro que era el único medio de transporte disponible, puesto que todo el mundo que tenía que desplazarse lo hacía vía metro, y viendo que no íbamos a salir de allí decidimos ir a pié a la estación. Realmente eran 3 estaciones que en principio pensábamos que nos iba a suponer más tiempo pero luego fueron 20 minutos atravesando la manifestación cargando con la maleta, pero finalmente llegamos sin problemas.
Una vez allí nos dirigimos al punto desde donde salían los autocares de Raynair y de ahí a Charleroi para coger nuestro vuelo de Vuelta.

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2 comentarios:

Javier R. Amado dijo...

Muy completo el post de Bélgica.
Os he conocido por Brenda Zaniuk, por la entrevista. A mí me la acaba de hacer.
Estoy empezndo un blog de viajes y el primer destino es Bélgica, a donde iremos en S. Santa.
Si queréis pasaros, y si me podéis aconsejar algo sería genial.
Os dejo el link:
Viajar a cascoporro
Os seguiré desde mi blog.
Un saludo.

GRUPO VIAJARAMUNDI dijo...

Gracias Javier por tus palabras, tu blog pinta bien.
de Bélgica sobre todo te recomendamos Brujas y Gante, dedicale un día por lo menos a cada una, disfruta mucho y cuentanos cuendo regreses.

un saludo